Tal como sucedió el domingo 29 de septiembre del año pasado, anticipando el fallo de la Cámara de Casación sobre la “Causa Vialidad”, este 8 de junio, el diario La Nación informó en su título principal de tapa que la Corte Suprema confirmará la condena a la compañera Cristina Fernández de Kirchner “en las próximas semanas”.
Es sabido que en nuestro país la condena social desde el factor de poder mediático se corresponde con lo que luego dictamina el Poder Judicial de la Nación, que en gran parte tiene un comportamiento mafioso y servil. En este sentido cabe recordar el editorial de otro diario, Clarín, cuyo título fue: “Cristina, entre la bala que no salió y el fallo que sí saldrá”.
Se han presentado sobradas pruebas ante la Justicia que demuestran los controles pertinentes del caso por el Congreso Nacional y la Auditoría General de la Nación, en un área que no alcanza a la figura presidencial, sin facultades sobre obras licitadas y adjudicadas por una provincia, siendo además absueltos o ni siquiera acusados quienes fiscalizan y ejecutan directamente el propio presupuesto.
El objetivo de toda esta maniobra es “sacar de la cancha” a quien encarna para un importante sector del pueblo argentino la esperanza de recuperar un proyecto de gobierno que devuelva dignidad y una vida mejor para todos. No quieren dejarla competir, es la única verdad.
Sin embargo algo deben entender, señores Jueces de la Corte: a lo largo de la historia los peronistas hemos comprendido que ni el decreto de la “Fusiladora” en su intento de “desperonizar”, ni los años de exilio de nuestro líder, ni las torturas, ni los fusilamientos, ni los desaparecidos o, en este tiempo, ni un intento de magnicidio, ni un fallo judicial, pueden terminar con una doctrina cuando se trata de un proyecto colectivo por una causa por la que estamos dispuestos a entregar la vida.
Desde la Juventud Sindical Peronista nos expresamos en contra de este intento de proscripción, a favor de la voluntad popular y en plena solidaridad con quien fuera dos veces Presidenta de todos los argentinos y argentinas.