El 26 de julio se cumplió un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de Eva Perón, Evita, Jefa espiritual de la Nación, quien acompañó al General durante sus primeros dos mandatos de gobierno entregando su vida por la causa nacional: «mis súper críticos dicen que soy una resentida social y tienen razón, pero yo no llegué a este lugar por el camino del odio, sino por el camino del amor», supo decir en «La razón de mi vida», uno de sus maravillosos testimonios escritos.
Desde la Juventud Sindical Peronista de la CGT se organizó una emotiva movilización con antorchas y velas desde la sede de la central obrera en calle Azopardo, hasta la Catedral Metropolitana de la ciudad de Buenos Aires, donde se realizó una misa recordando a la «Abanderada de los humildes».
María Eva Duarte de Perón es una mujer que vivirá eternamente en el alma de su pueblo, que todos los años la recuerda y le rinde homenaje, porque Evita es eterna y trasciende los tiempos. Sus acciones y sus palabras son la guía de todo militante peronista. «Yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria», supo decir la mujer de todos los tiempos. Así lo haremos siempre, por la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación.